martes, 29 de enero de 2008

Las Enseñanzas del Patito Feo

¿Cuantas veces lo escuche o lo leí? El Patito Feo(www.ciudadseva.com/textos/cuentos) como tantos otros cuentos contiene una sabiduría que lo hace digno de ser revisado casi párrafo por párrafo. No me voy a tomar ese trabajo con todo el cuento, pero si lo voy a hacer con una parte de él, y es aquella que me lleva a la reflexión sobre el valor que se necesita para revisarnos y revisar las creencias con las que crecimos, nos formamos y nos recreamos diariamente, aquellas creencias que se transformaron en la cota de nuestras alternativas, en la frontera de nuestras elecciones, en límite de quien podemos llegar a ser.

A este fin traigo uno de los párrafos:

……..Al fin los huevos se abrieron uno tras otro. “¡Pip, pip!”, decían los patitos conforme iban asomando sus cabezas a través del cascarón.-¡Cuac, cuac! -dijo la mamá pata, y todos los patitos se apresuraron a salir tan rápido como pudieron, dedicándose enseguida a escudriñar entre las verdes hojas. La mamá los dejó hacer, pues el verde es muy bueno para los ojos.-¡Oh, qué grande es el mundo! -dijeron los patitos. Y ciertamente disponían de un espacio mayor que el que tenían dentro del huevo.-¿Creen acaso que esto es el mundo entero? -preguntó la pata-. Pues sepan que se extiende mucho más allá del jardín, hasta el prado mismo del pastor, aunque yo nunca me he alejado tanto. ……..

Y me quedo con la única pregunta que hay entre estas líneas:

¿Creen acaso que esto es el mundo entero?

¡Hermoso! A mis oídos suena casi como un desafió, un reto del cual Mamá Pata sabe algo, sabe de su existencia, pero también parece saber que no le conviene explorar mucho mas.

¿Porque Mamá Pata nunca cruzo mas allá del jardín? ¿En que consiste el desafió? ¿Qué peligros trae cruzar ese jardín? ¿Por que lo cruzaría, si de hecho, no sabe que hay del otro lado?

¡Esto se pone mejor!

Lo cierto es que Mamá Pata esta segura en su lugar conocido, previsible, sabe cual es su función en el mundo, sabe que después de que nazcan los patitos deberá criarlos, así como su madre la crió a ella, y como su abuela crió a su madre, ella solo tendrá que repetir formulas. Siempre funciono ¿por que cambiar?

Ya todos sabemos que paso con el “patito feo”, se sintió maltratado, sintió que no pertenecía a ese lugar y se fue, cruzo el jardín, cruzo el prado mismo del pastor, hizo un largo, largo camino hasta que se descubrió. Descubrió que era un hermoso cisne.

Así, el relato muestra dos tipos de personalidades (aunque sean aves tienen identidad propia):

Mamá Pata: cómoda en su mundo, chiquito y predecible, una buena y dedicada madre. Nunca se pregunto quien mas podría ser si no fuera una buena y dedicada madre, nunca se pregunta si había otra posibilidad que no fuera ser una buena y dedicada madre.

El patito feo: la insatisfacción lo lleva a irse en busca de “Su” lugar en el mundo, cuestiona “lo que debe ser”, corre los límites, gana nuevos territorios(internos) para si mismo, descubre “quien es” y “quien quiere ser”.

Algún “Refutador de leyendas” (como diría Alejandro Dolina) me dirá que el patito feo no tenia nada que perder y que no le quedaba otra que irse, de esta forma le quitaría valor a la acción del patito, pues ésta no se debe a su libre elección sino a la fuerza de las circunstancias que no le dejaron otras salida. Contestare a esos argumentos con la fuerza de mi vivencia, fui y soy testigo de mucha gente que vive insatisfecha, triste y angustiada, que no tienen nada que perder, que cualquier cosa es mejor que la situación en la que están, que tienen razones de sobra para “cruzar el jardín”, para irse lejos sin mirar atrás; y sin embargo la costumbre, la comodidad, el miedo y quien sabe que otras fuerzas logran imponerse. Se quedan en el dolor, porque es seguro, es conocido, en él, no hay el riesgo de cosas nuevas y perturbadoras, solo hay mas dolor al que se han acostumbrado y con el cual conviven...

Pero eso esta bien, cada uno hace sus aprendizajes en el tiempo que lo puede hacer, al fin y al cabo nadie sabe que es lo que hubiese imaginado Hans Christian Andersen si hubiese tenido que escribir un cuento acerca de lo que paso en la vida de Mama Pata después de la perdida de su hijo, a lo mejor lo fue a buscar y animo a cruzar el jardín.

¿Qué quiero decir?

Son valientes quienes inician lo caminos que los llevan mas allá de “sus jardines” y me merecen mucho respecto, son quienes mas me entusiasman. Pero también me merecen respeto aquellos que no se han animado aun, ellos están haciendo su camino de aprendizaje, y tal vez su permanencia en el dolor, el sufrimiento o cualquier otra forma en la vivan su insatisfacción es una preparación para iniciar el camino del descubrimiento. Al fin y al cabo, también a mi se me presento el dilema, y durante muchos años me quede en la granja al cuidado de Mamá Pata.

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